El primer paso para combatir la Ansiedad es saber identificarla, esto te ayudará a aceptarla cuando se presente y a dejarla ir sin aferrarte a los, pensamientos negativos, autodestructivos y sensaciones de pánico que trae consigo. Para lograrlo es imprescindible contar con el Mejor de los Remedios, la Espiritualidad. A continuación aprenderás como utilizar esta poderosa herramienta a tu favor.
Estudios realizados estiman que en la actualidad un 20.5% o más de la población mundial sufre de algún trastorno de ansiedad.
La Ansiedad es un estado de angustia y aflicción caracterizada por el temor a perder un bien preciado o de gran importancia para ti. Esta se encuentra íntimamente relacionada con la Ira y la Tristeza, motivo por el cual es común que en ocasiones experimentes ataques de furia para contigo misma.
Para mayor comprensión se tomará como ejemplo lo siguiente: Es viernes por la noche, son aproximadamente las hs20 por lo que falta muy poco para que tu marido regrese de trabajar, estas en estos momentos realizando tus tareas habituales, pero de pronto miras nuevamente el reloj descubriendo que ha pasado suficiente tiempo y él aún no ha regresado ni ha llamado, es en este preciso momento cuanto la Ansiedad comienza su ataque; primeramente experimentas lo que se denomina taquicardia, es decir, sientes que tu corazón palpitara cada ves más fuerte, de pronto, te abunda una sensación de ahogo, temblores en las extremidades, sensación de pérdida de control o del conocimiento, transpiración, rigidez muscular, debilidad muscular, inquietud motora, dificultad para comunicarte; junto ello puedes percibir un torbellino de pensamientos negativos y obsesivos, como ser: “Mi pareja me es infiel”, “Ya no desea estar a mi lado”, “No le interesa su familia”, “No me ama”, “Se irá de casa”, “Me quedare sola”, etc., etc., etc.
Como podrás apreciar son innumerables los pensamientos negativos que la Ansiedad trae a tu mente, los cuales te empujan hacia la tristeza, depresión, desesperación, irritabilidad, dolor, o sea a forjar una mente auto-destructiva.
Continuemos con el ejemplo mencionado anteriormente, tu marido llega a casa y se ve muy cansado, te comenta que el transito estaba imposible y que su trabajo fue muy duro el día de hoy; en este momento tu actúas como si nada habría pasado pero bien se introduce en la ducha no dudas en revisar todas sus pertenencias en busca de la “gran prueba”, al no encontrar nada que confirme tus sospechas llega la segunda etapa, la famosa “Culpa” acompañada con una tremenda sensación de “Inseguridad”. (Tema que merece ser tratado en otro artículo).
Seguramente, ahora te estarás preguntando que hacer ante semejante situación, ¿verdad? Pues bien, como te mencione al comenzar este artículo lo primero que debes hacer es reconocer que estas ante un ataque de Ansiedad, esto te ayudará a tomar el control de tus emociones y obstaculizar los pensamientos negativos o dañinos.
Cuando notes la mínima presencia de los síntomas antes descriptos expresa en vos alta alguna de estas palabras: Basta, Detente, Aléjate, Retírate, y luego recurre al Remedio, la Espiritualidad, así seas o no una persona que practica la religiosidad emite una oración con mucha Fe, hazlo ya sea dirigida hacia tu Dios, Poder Superior o Guía Espiritual, pídele que aleje de ti estas sensaciones y/o pensamientos destructivos, es más, puedes escribir tu misma una oración que te ayude a liberarte de este estado; escribe por ejemplo: “Hoy tengo el valor suficiente para cambiar las cosas que si puedo cambiar y la sabiduría para aceptar aquellas que no puedo cambiar” o “Ahora mismo dejaré de lado estos pensamientos negativos para darle lugar a la serenidad, armonía, paz y buenos pensamientos”. Repite tu oración o frase las veces que creas necesarias hasta liberarte de los síntomas de la Ansiedad, seguidamente respira con profundidad de manera que tus pulmones se llenen de aire y relájate, hazlo como mínimo entre cuatro o cinco veces e inmediatamente deja de hacer la actividad que estabas llevando acabo y concéntrate en una nueva, esto permitirá que tu mente cambie el foco de atención, veras como pronto experimentaras una cesación de alivio, serenidad y quietud.
En algunos casos puede suceder que de repente te sientas abatida por la tristeza, recuerda que ésta viene tomada de la mano de la Ansiedad, si esto te ocurre apela a la música-terapia; es decir, escucha música alegre, preferentemente aquellas cuya letra te trasmitan buena energía como ser: Soy Feliz de Ricardo Montaner, Celebra la Vida de Axel Fernando, etc.; evita totalmente temas lentos o canciones con argumentos que te inviten a retomar la tristeza. Además ten presente, siempre lo siguiente, si eres una persona propensa a sufrir ataques de Ansiedad tienes que prestar mucha atención a tu alimentación, elimina rotundamente el café, los estimulantes, chocolates, azúcar en exceso, tabaco, alcohol, refrescos que contengan cafeína y analgésicos u otras sustancias adictivas; realiza ejercicio físico, yoga o caminatas que te permitan relajar el cuerpo; según estudios científicos un porcentaje importante de individuos pueden lograr una recuperación parcial o casi completa, a largo plazo, con la ayuda de este tipo de terapias psicológicas.
Ahora tienes en tus manos una poderosa herramienta con la cual combatir la Ansiedad y la Tristeza, solo dependerá de ti aplicar lo que acabas de aprender la próxima vez que te sientas amenazada por éstas. No lo dudes ni un segundo más, dale paso a la paz, plenitud y armonía a tu vida.
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Ana G. Moya
Admin. superacionpersonalmag
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