Y luego continúa un poco más. Y un poco más. Olvídate de la gente que dice que no puedes. ¡Qué sabrán!
Muchos de los que hoy lideran una empresa tuvieron fracasos. Fracasos según los estándares convencionales, claro. Henry Ford se resistió hasta el final a discontinuar su célebre modelo T, aun cuando el mercado le había dado la espalda. O el ejemplo de Thomas Edison, que tras numerosos intentos durante años llegó a patentar más de mil inventos.
La vida es así, ya ves. Quizás en algún momento tú también digas basta y hagas caso a las «sabias» estadísticas, dejando de lado eso que tanto deseabas. Nadie te querrá menos por eso, pero lo cierto es que nunca llegarás a lo que querías llegar. Haz caso a tu entusiasmo.
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