El búho, ave amazónica que se enseñorea en la penumbra de la noche. La agudeza de su sentido visual y sus afiladas garras le hace predador por naturaleza, por ello le dicen que es un afortunado cazador. Los artesanos y pintores amazónicos, especialmente yurimaguinos, se inspiran en su peculiaridad para tallarlo dándole sentido mitológico por su singularidad y le denominan el "Búho de la buena suerte".